Si has construido un castillo en el aire, no has perdido el tiempo, es allí donde debería estar. Ahora debes construir los cimientos debajo de él.

Me acuerdo de vos en tus tiempos ingenuos, cuando todo era fácil y no

existía el miedo.

Me acuerdo de tus tardes eternas, donde la soledad no te importaba porque

marcaba solo un momento.

Me acuerdo de tu risa sin desasosiego, cuando no era una pauta para perder el

tiempo.

Me acuerdo de tu llanto potente en el momento de una tonta caída, que solo

subsistía mientras durase la herida.

Me acuerdo de tus abrazos sin recelo, porque jamás pensaste que existiese el
retroceso.

Me acuerdo de tu timidez al mundo, porque pensabas que solo era cuestión de
minutos.

Me acuerdo de tu ignorancia tan perfecta, porque al final de cuentas, todo
tenía el final de la Cenicienta.

Me acuerdo de tu imaginación habitual, aquella que no tenías aprensión de mostrar.

Me acuerdo de tus sueños y deseos, antes que los
desgarrara el tiempo.

No me acuerdo de olvidarte

Estas en cada ráfaga de viento, que cuando llega, se va al instante, tal cual la alegría que traes y la tristeza que dejas luego.

Estas en cada lágrima que cae sobre mi almohada, y en cada sonrisa descontrolada cada vez que me hablas.

Estas en cada mirada que dirijo en el suelo cuando mis ojos interceptan los tuyos y en cada mejilla sonrojada cuando me dirijes palabra.

Estas en cada escalofrío que atraviesa mi cuerpo en el momento en que el tuyo esta cerca del mío, ya sea por un toque o una cercanía involuntaria.

Estas en cada corazón que dibujo sin sentido en las hojas que se cruzan ante mis manos nerviosas cada vez que te pienso, y en cada tachadura que les provoco intentando olvidarte.

Estas en el tiempo que pasó desde que te quiero, y en el imposible intento de impedirme hacerlo.

Estas en cada letra de cada canción, porque aunque no existas, te invento en ellas.

Estas en cada abrazo, beso y caricia que sueño para ti, y en el simple saber que nunca, jamás, te llegarán.

Estas en cada “te quiero” involuntario que pienso o que me atrevo a pronunciar en mi propia soledad.

Estas en mi angustia cada vez que me ignoras, aquella que solo yo conozco y que refugio en mi baúl de los sueños rotos, aglomerándola con desespero por si en alguna realidad paralela, llegase a transformarse en aquello que mis sueños anhelan.

Estas en el ayer de mi historia, e inevitablemente, y aunque sé que es imposible, en mi futuro.

Estas en el irreal odio que te tengo, por el simple hecho que no puedo dejar de amarte.

Sólo es capaz de realizar los sueños el que, cuando llega la hora, sabe estar despierto.

¿Qué se supone que son los sueños? Definitivamente, desde el punto de vista que se le observe, toma un significado distinto. A la misma vez, pasa de ser “nada” a convertirse en un todo.

Hay sueños que se terminan en el momento que uno pone un pie fuera de su cama y otros que duran toda una vida. Algunos llegan a completarse, otros quedan en el subconsciente y pasan a llamarse fantasías.

¿Qué es lo que nos impulsa a soñar? Irreversiblemente, se sueña porque hay una necesidad a satisfacer; pero, si una persona lo tuviese todo: ¿seguiría soñando?

Hay sueños que corrompen, atacan y otros que son tan puros que por más que se sueñe algo imposible, logran engatusar a las personas para que crean en ellos.

Hay sueños heridos, que se dejan a mitad de camino. Otros que alcanzan los laureles demasiado rápidos y también está los que parecen una lucha eterna, pero que tarde o temprano, logran su cometido.

Hay sueños grupales, que se basan en el amor y la comprensión, y a pesar de transitar por un largo camino, siempre puedes contar que con cada tropiezo, alguien estará tendiéndote la mano para que vuelvas a ponerte de pie.

Los hay individuales. Estos suelen ser mas penosos y difíciles, pero el resultado al que se llegue es siempre obra de uno mismo y eso los hace valiosos.

Hay sueños falsos, que oprimen las esperanzas y combaten en una ardua batalla con el alma.

Hay sueños verdaderos, magistrales. Estos son los que valen la pena. El conjunto total de todas nuestras fallas y todos nuestros aciertos. La conjugación del “yo, vos , nosotros”.

Hay sueños, en toda su complejidad, encanto, orgullo, perfección… Existen y seguirán existiendo por el simple hecho que nuestro corazón palpite, y ahí estarán, siempre y cuando, nuestro corazón permanezca latiendo.

Si hay sueños aún detrás de eso, es simple : Esta el sueño de creer en ello.

Ab imo pectore

Este es mi segundo blog, así que no es ninguna novedad.

Tampoco quiero ponerme a contar los fantasmas de blogs olvidados y maltratados antes de lograr que el "primero" diera sus primeros pasos.

Se dice que en las segundas oportunidades, las cosas suelen ir mucho mejor. Uno está más acostumbrado, y por lo tanto, suele arriesgarse más.

Yo me arriesgué en querer crear mi propio mundo, y en muchas maneras. Me arriesgué en intentar que este segundo blog sea una dimensión aparte, lo mismo pero diferente. Mi lugar, y al mismo tiempo, el del que se atreva a leerlo.

El resultado de todo esto, queda en manos del tiempo y de mi propia vulnerabilidad.